La planta necesita dos fases de cultivo. Primeramente, se siembra en primavera. En segundo lugar, se arrancan las plantas en otoño, se colocan las raíces verticalmente una al lado de otra y se entierran en un foso bien drenado a 50 cm de profundidad. Las raíces producen durante el invierno unos cogollos alargados de color blanco.
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